Puede sonar absurdo, pero es verídico. En la localidad de Siero, en Asturias, un grupo de ganaderos han sido multados con 300€ por sobrepasar los decibelios permitidos por la normativa. La vaca en cuestión tiene nombre, se llama Carmina y mugía “más de lo normal” porque hubo que destetarla “de manera drástica” tras sacrificar a su madre.